El sonido en las bodas es ese gran olvidado. Al igual que la calidad de los vídeos de boda ha avanzado mucho en los últimos años, sobre todo desde la llegada a nuestras vidas de las cámaras dslr, el sonido en las bodas, que es una parte muy importante, sobre todo en la ceremonia, no ha sido tratado como debería.

Para empezar decir que grabar sonido en las bodas no es fácil. Tenemos por un lado la pareja de novios que está en movimiento. Por otro lado, tenemos ese característico sonido de iglesia, techos altos, un eco atroz, altavoces de dudosa calidad que hacen que todo suene a lata. Y esto no mejora demasiado en las ceremonias civiles en las que muchas veces hay un técnico de sonido, pero que en un entorno al aire libre no puede hacer maravillas.

Lo ideal para grabar sonido en las bodas sería hacer como se hace en la filmación de series o películas de ficción. Tener un microfonista con un buen micrófono, una pértiga y que esté recogiendo el sonido lo más cerca posible de la fuente de sonido. Como ya sabréis los que os dedicáis a esto, eso es prácticamente imposible. Un fotógrafo (en ocasiones dos) más un videógrafo, el cura u oficiante, la pareja, los padrinos… demasiada gente de por medio. Por no hablar de que a los curas no les suele hacer demasiada gracia.

Cómo grabar sonido en las bodas

Hasta hace bien poco el sonido se grababa en cámara, es decir, con el micrófono de la cámara. Si bien los micrófonos, sobre todo los específicos para dslr han mejorado mucho, tienen más alcance y más calidad al final la grabación se hace a un par de metros de la fuente de sonido (la pareja o quien esté hablando en ese momento) con lo que seguimos teniendo por un lado una fuente lejana y por otro, el característico eco, ya que a parte de grabar el sonido de la persona que está hablando, también se graba el sonido de los altavoces de la iglesia. Por no hablar de que la grabación de sonido en algunas cámaras DSLR como por ejemplo las Canon es pésima.

Hace tiempo que las grabadoras de sonido profesionales o semiprofesionales se pusieron al alcance de todos. Con una grabadora de sonido podríamos conectarnos a la mesa de sonido de la iglesia. Pero ya sabéis que tampoco siempre es viable, o tenemos un cable a mano. O lo que es lo más normal, no llegamos al lugar de la celebración con el tiempo suficiente para estudiar cómo está la instalación hecha y cómo nos podemos conectar a ella.

La solución rápida y cómoda es poner la grabadora de sonido cerca de un altavoz de la iglesia. Con ello obtendremos un sonido mucho mejor y más limpio que con el micrófono de la cámara. La solución no parece mala. Pero siempre hay inconvenientes. Y normalmente suele ser el momento en el que la pareja se casa, y el señor cura, bien por que no funcione, bien por olvido, bien por que no haya, decide que en el momento del consentimiento y de darse el sí quiero los novios no deben tener micrófono, y lo hace todo de viva voz. Con lo cual todo nuestro esfuerzo en poner la grabadora de sonido cerca de un altavoz para tener el mejor sonido en las bodas posible, no sirve de nada y nos vemos obligados a utilizar el micro de la cámara para ese momento.

Entonces ¿qué podemos hacer? ¿Si la grabadora no siempre sirve, si el sonido de la cámara es malo, y si no podemos meter a un sonidista con una pértiga?

Micrófonos de corbata

La solución, en mi opinión y en la de muchos de mis compañeros es ponerle un micrófono de corbata al novio. El fotógrafo os odiará, por que habrá siempre un micrófono manchando todas sus fotos, pero es la solución más adecuada para nosotros. Con un micrófono de corbata conseguiremos grabar el sonido muy cerca de las personas que hablan (en este caso los novios) y con un único micrófono colocado en la chaqueta del novio grabaremos su sonido y aceptablemente bien, ya que está muy cerca, el de la novia. Evitaremos el eco, y evitaremos sonidos externos, como murmullos o ruidos. Tiene el inconveniente de que no captaremos bien el sonido de las personas que leen en la ceremonia, pero el audio más importante, lo tendremos totalmente limpio.

sonido en las bodas

Micrófonos de corbata, solapa o lavalier hay de muchos tipos. Básicamente yo los dividiría en buenos y malos  y en micros con cable o inalámbricos. Como todo en esta vida, depende del dinero del que dispongas. Un micro bueno vale caro. Pero a cambio evitaremos zumbidos y siseos que son bastante frecuentes en los micros baratos.

Los micros inalámbricos de calidad son bastante caros. Tienen un emisor conectado al micrófono, que hay que ocultar en el novio y un receptor que se debe conectar a una fuente de grabación, bien sea la grabadora, cámara, teléfono móvil, etc. Y por otro lado, seguimos teniendo cable, ya que desde la cápsula del micrófono hasta el transmisor, el cable sigue ahí y hay que ocultarlo.

La segunda opción es utilizar un micrófono normal y una grabadora. Esta opción es más barata y cómoda en mi opinión, pero tiene el inconveniente de que no se puede monitorizar el audio mientras se graba. Se le da a grabar, colocas el micrófono y cruzas los dedos para que todo se grabe bien. Aunque por otro lado, si ves que algo se está grabando mal en medio de una ceremonia, tampoco puedes parar la ceremonia para colocarle el micrófono al novio.

Después de mucho investigar en internet, de contrastar información con otros compañeros mi solución favorita es esta, el micro de corbata. Yo en vez de utilizar una grabadora de sonido, utilizo un viejo Iphone como grabadora. Prácticamente no abulta y se esconde a la perfección sin que se note en el bolsillo de la chaqueta del novio y sorprendentemente tiene muy buena calidad de grabación. Además siempre grabo sonido en cámara con su micrófono y coloco la grabadora cerca de un altavoz, para tener todas las fuentes de sonido disponibles.

Con todo esto, aunque supone una pequeña inversión, conseguiremos mejorar muchísimo la calidad de sonido de nuestros vídeos. Y aunque no evitaremos el tener que ecualizar el sonido en postproducción, esta tarea será mucho más ligera, ya que simplemente habrá que hacer unos mínimos retoques.